sino un simple versiador,
que usé, como uso el fiador
en mi pingo parejero
-que’s obra de mi platero-,
los versos de otros señores,
pa’ poder endilgar flores
en cualisquier clase ‘e fiestas,
o en reuniones como éstas
mesturao entre cantores.
Zamba: Yo nunca
juí pueta…
pero al oírte presiento,
que ante tu más puro acento
cualquiera amontona rimas,
tenés un algo que prima
a través de tu compás,
que viene de un siglo atrás
entretejiendo la historia,
mesmamente que una novia,
¡te juro!, te viá adorar.
Zamba: Yo nunca
juí pueta…
más… si te veo bailar,
no hay nada con que igualar
por tu estampa y donosura,
ponés gracia en la hermosura
de las criollas de este suelo,
con tu aletear de pañuelos
que’s mudo como el amor…
y es blanco como el pudor…
y es eterno como el cielo.
Zamba: Yo nunca
juí pueta…
más… si uno mira tu historia,
comprueba que muchas glorias
están dentro de tu esfera;
cruzaste la cordillera
pa’ venirte a’querenciar,
y la volviste a cruzar
junto a la voz del clarín,
siguiendo al gran San Martín
en ansias de libertar!
Zamba: Yo nunca
juí pueta…
más, juiste impulso en las cargas,
cuando en el Pozo de Vargas
libraste un triunfo guerrero,
gustando del entrevero
de boleadora y facón…!
Luego… juntito al fogón
las guitarras endulzaste.
Y en tus cantos acunaste
Las glorias de la
Nación …!
Zamba: Yo nunca
juí pueta…
más… con la licencia ‘e Dios,
nadie detendrá mi voz
pa’ defenderte ande cuadre
como si jueras mi madre…
¡Oh!... ¡Zamba, dulce, divina,
guerrera, amante, genuina,
de estirpe criolla y bizarra,
sos alma de mi guitarra
y orgullo de mi Argentina!
Versos de Juan de los Santos Amores
No hay comentarios:
Publicar un comentario