Está en letras de oro escrita.
Es la mujer criolla-indiana
una joya americana
que entre el progreso gravita!...
No sé que gracia infinita
posee en su sencillez,
que mujer y alma a la vez,
parecen decir con tino:
soy el símbolo argentino
de mil ochocientos diez!...
Surgió de esa estirpe brava
que al despotismo extranjero
con gesto noble y austero
ayer le puso una traba.
No tiene sangre de esclava,
para servir de peldaños:
ni a suyos, menos a extraños.
Nació en un modesto alero
Donde la educó el pampero
Desde sus primeros años!...
No es refractaria por eso
en surgir hacia otra vida;
dio siempre la bienvenida
a todo digno progreso.
Con un ¡salve! Y con un beso
despidióse ya de otrora,
para buscar nueva aurora;
para pulsar con agrado,
las manseras del arado
transformada en sembradora!...
con su escasa ilustración
en su vida de campera,
pecó a veces de sincera
por su mucho corazón!
Retazo de tradición,
que intimo en mis añoranzas,
aunque sé, sin contemplanzas,
que el mundo las fraguará;
como que todo se va
con el tiempo y sus mudanzas!...
En las reuniones honestas
que se festeja algún santo,
siempre tiene ella el encanto
de ser el don de las fiestas!
Y a pesar de ser modestas
sus prendas para vestir;
ella se sabe lucir
sabe encender corazones,
que en más de cuatro ocasiones
alguien se ha sentido herir!
Cuando se ve traicionada:
hasta el varón más apuesto,
es capaz de un solo gesto
fundirlo con su mirada!
Y si su alma agraciada,
por alguien siente embelesos;
es tan íntegra en excesos;
que si su fiel prometido,
simula no ser querido
capaz de matarlo a besos!...
……………………………
Ante la actual sociedad
clama el gaucho y con razón:
es un herido león
privado de libertad.
En vano en su integridad
se opondrá a la innovación;
seguirá la evolución
fraguando con su desmán;
¡cosas que no volverán
de la gaucha tradición!...
(Ca. 1925)
Versos de Ramón A. Correa
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