sábado, 20 de abril de 2013

PEDRO IRIBARNE... EMOCIONES Y RECUERDOS


Fortalece su vigencia
año tras año en su paso,
con el calor del abrazo
de los que sienten su herencia.
Su honestidad, su solvencia,
su vocación se hizo carne,
y siempre va a emocionarme
si por su ejemplo y figura
La Fiesta de las Llanuras
lo honra a …Pedro Iribarne!

Pienso a veces …¡si estuviera!,
siempre en mano un cigarrillo
y la otra en el bolsillo
dejando el pulgar afuera.
De voz grave y firme era,
pleno de ideas estaba,
entre el humo  cautivaba
con su metáfora bella
y en el bigote una huella
la  nicotina insinuaba.
.
Sensación privilegiada
siempre era estar a su lado,
¡los consejos que habrá dado!
despuntando madrugadas.
En reuniones prolongadas
cuánto afecto compartimos,
cuántos momentos le dimos,
siempre será el gran maestro,
la defensa de lo nuestro
de adolescente aprendimos.

Siempre de traje impecable,
y sin que faltara estampa
en su hombro, un poncho pampa
le daba ese aire notable.
Vocación no negociable
por nuestra autenticidad
y a tanta frivolidad
combatió por donde fuera,
fue la Peña una trinchera,
la munición, su  verdad!

Con él, siempre había esperanzas,
quien tuvo cerca lo supo,
fortaleciendo a ese grupo
que fuera el Cuerpo de Danzas.
Él ponía en la balanza
porque ser justo quería,
con ensayos pretendía
a todos capacitar:
“Si bien no sabía bailar
sabía bien como se hacía”.

Siempre  detrás del telón
o al pie del escenario
apuntaba un comentario
preciso en cada ocasión.
Y más de algún lagrimón
algún rostro desprendía,
porque si algo no salía
era vasco y muy frontal,
y acariciándote igual
de frente te lo decía.

Tal vez fue un adelantado
en esos tiempos vividos,
con apoyos conseguidos
casi siempre retaceados.
Pero al sentir a su lado
un grupo incondicional
redoblando por igual
cada esfuerzo que pedía,
Dorrego siempre tenía
su Fiesta Tradicional.

A veces lo cuestionaba
cierto sector del ayer
que no lograba entender
su bandera enarbolada.
Tal vez, no se le aceptaba
ser líder, ser dirigente,
pero creyó en la simiente
y confió en sus seguidores:
“sabremos de detractores
pero no de indiferentes”.

Pero un noviembre llegó
con macabras intenciones
y a los criollos corazones
con lágrimas los regó.
Un golpe duro pegó
logrando acallar su brío,
en la ausencia de un latido
sus guardas fue desplegando
el poncho pampa…entibiando
se fue con su cuerpo frío.

Y hoy ?...dónde se encontrará?
ese gestor de ilusiones;
dónde hará sus conclusiones?
que a tantos ilustrará.
Seguro que lo sabrá
algún pulpero, un baquiano,
y al indicar con la mano
habrá una tranquera abierta
con una chapa en la puerta:
PEDRO IRIBARNE…Paisano!

Versos de Raúl Horacio Martínez  
                      (Coronel Dorrego)


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