domingo, 9 de febrero de 2020

TIERRA PAMPA


Tierra pampa, dulcísima y segura,
con tu verde plural, tu arroyo indio,
el azul de tu cielo y la marea
del oro de tus trigos.

Tierra india, madura de rumores
y de afanes y sueños y designios;
maternal, armoniosa, embrujadora
con tu ardor y tu brío.

Tierra toda encendida en la alegría
y el fervor y la fe de tu destino,
y abierta a la ansiedad y a la esperanza
del amor de tus hijos.

Tierra pampa!... Callvú de mis desvelos,
de mi lírico andar y de mi sino:
yo te alzo a los astros en mi canto
leal y enternecido,
y siembre entre esos mundos este gozo
de sentirte latir en mi latido.

Versos de María Alex Urrutia Artieda

viernes, 7 de febrero de 2020

ANTIGUO ARAO 'E MANCERA


Viejito arao de mancera
¡la tierra que habrás dao güelta!
De mi memoria se suelta
tu lustrosa volcadera.
Timón de fierro o madera
y tu reja dentradora
surquiando dende la’urora
hasta la cáida del sol.
Juiste en la chacra crisol
de’speranza labrodara.

Al principio un guay tiró
manejao con orejera
pero dispués la pechera
al yugo lo suplantó.
Pa’brir melga se colgó
bandera en el alambrao
y ansí juiste manejao
como por andarivel
dejando en el surco aquel
tu trazo bien dibujao.

A medio cuerpo llevaba
las riendas el arador
y vos divas surquiador
tras la yunta que tiraba.
Una mano manejaba
tu mancera con baquía
y la otra dirigía
los cabayos que al tirar
te obligaban a marcar
aquel tajo sin sangría.

El progreso jue avanzando
y vos resultaste tioco
por eso que poco a poco
ya te jueron relegando.
El chacarero mostrando
su progresista postura
a tu rústica figura
ya no enganchó el balacín
y terminaste por fin
en las quintas de verdura.

Dijo el tiempo en su pasar
que tu vida no valía
y te’ncontrastes un día
tirao en cualquier lugar
a tu lao vino a parar
otra herramienta remota
pariente tuyo se nota
aquel viejo aporcador
oxidao y sin honor
con la mancera ya rota.

Antiguo arao’e mancera
y tu hermano aporcador
solo tienen el valor
de una antigüiedá cualquiera
alguna casa pueblera
hoy te hace lucir al fin
como simple figurín
en medio de algún cantero.
¡Terminó tu derrotero
como adorno de jardín…!

Versos de Alberto Zárate

lunes, 3 de febrero de 2020

CAMINO A LA SIERRA

Ensillé y salí despacio
antes que empiece a aclarar
por gusto de contemplar
la inmensidad del espacio
que como enorme prefacio
se presenta ante mis ojos
y al tranquear a mis antojos
hurgando en la lejanía
entra a despuntar el día
con sus tímidos sonrojos.

Un hondo silencio embarga
en esa hora temprana
cuando la joven mañana
desplaza la noche larga
pronto con su rubia carga
el sol entrará a trepar
la bóveda singular
que debemos al Creador
inundando de color
los campos de este lugar.

A un costado del camino
muy cerca del Sauce Grande
su pétrea dureza expande
rudo el Cerro Ceferino
le da un reflejo argentino
el rocío de la mañana
y en su cumbre soberana
se ve una modesta cruz
como abrazando la luz
clamando una resolana.

¿Quién sabe qué buen paisano
en esforzada misión
trepó el enorme mojón
que se levanta en el llano?
¿Quién sabe qué ruda mano
dejó esa cruz como estampa
que se aferra como grampa
sobre la cumbre dormida
y nos recuerda la vida
de  aquel Lirio de la Pampa?

Todo el crisol del naciente
vuelca su luz majestuosa
y aparece en cada cosa
un reflejo diferente
se me hace que de repente
veo una extraña visión
que se mueve en formación
en la cercanía del cerro
¡si parece el Tres de Fierro!
que va campeando un malón.

Nutrido en brisa temprana
sigo tranqueando el camino
que me lleva con destino
a Sierra de la Ventana
toda la joven mañana
con visiones de esplendor
me enriquece de verdor
y no me cabe una duda
¡es cierto que Dios ayuda
al gaucho madrugador!

Versos de Rubén Reyna