viernes, 19 de abril de 2013

CON ESTUDIO ES OTRA COSA


“Con una tropilla un día
salí  de Coronel Suarez
en busca de otros lugares
sin saber bien donde iría.
Por momentos sólo oía
del cencerro su badajo
que el silencio como un tajo
de la llanura cortaba
y un firme pensar llevaba
que era el hallar buen trabajo.

Cuarenta leguas marché
hacia el oeste buscando
y mis caballos cuidando
para no quedar de a pie.
Por Trenque Lauquen pasé
y  de allí a cierta distancia
me desmonté en una estancia,
en donde me quedaría
por nombre “El Balde” tenía
y de áhi pasé a “La Abundancia”.

Para el quehacer dos paisanos
tenía “El Balde”  solamente,
ya de años era esa gente
que me dieron una mano.
Para el caballo baqueanos,
pero bien reconocían
que como ellos no escribían
ni contar sabían tampoco,
en esa cosas muy poco
allí al dueño le servían.
  
Charlando de mí supieron
que escribir sabía y leer,
algo que con gran placer
los dos criollos recibieron.
Pronto al patrón le dijeron
de manera muy clarita:
-Esto es lo que necesita,
este mocito es leído,
es campero y ha traído
una linda tropillita.

Fue así  como me afinqué
allá por Lértora  un día
y la década corría
del mil nueve diez, diré.
A los años me casé
y  tuve hijos aparcero,
trabajé con mucho esmero
y a los pingos que he nombrado
los até un día al arado
al hacerme chacarero.”

Así  contando su vida
me lo imagino a mi abuelo,
el que  joven de este suelo
hizo un día su partida.
Por mi experiencia vivida
y en lo que en este hombre veo,
opino sin titubeo
que aun siendo en mil cosas ducho,
el estudio ayuda mucho
si se anda buscando  empleo.
                                          (08/05/2012)          
Versos de Juan Carlos Artigas

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