miércoles, 28 de enero de 2015

EL MACÁ

Un plumón apelmazado
e impermeable lo resguarda;
color muy claro en el pecho
y gris castaño en la espalda;
parece forrado en cuero
de corta y espesa lana.

Macá: soy y niño y te veo
avanzando sobre el agua
el atento periscopio
de tu cabeza en escuadra.

Navegante solitario
que a las rompientes llegabas
desafiando las violencias
de las más recias borrascas.

(Algunas veces dormido,
la cabeza bajo el ala,
flotabas a la deriva
como una boya plateada).

Zambullidor habilísimo
para burlar acechanzas;
saliendo en el sitio opuesto
al que mi honda aguardaba.

(Perdón, macá, si una vez
no sé cómo te acertara…
que aquel golpe todavía
me está doliendo en el alma).

De que manera el misterio
de tu vida me intrigaba:
¿a dónde irías de noche?,
¿cómo sería “tu casa?...

Y aquellos tus pichoncitos
vivaces, llenos de gracia,
que en mi ignorancia infantil
“gallinetitas” llamaba…

(¡Lo que he deseado uno de ellos
sin que jamás lo lograra!...
¡Cuántas esperas inútiles,
cuantas astucias frustradas!).

Yo te debía estos versos
-injusto que te olvidara
al cantar a tantas aves-,
viejo amigo de la infancia.
                                           (1950)

Versos de Juan Burghi

No hay comentarios:

Publicar un comentario