Donde termina la calle
se
desperezan los carros
de
Don Pedro Lolaberry,
con
lo varales en alto.
Acaban
de recorrer
distantes
caminos arduos,
y
no se sabe qué expresan
con
sus brazos levantados:
si
le agradecen al cielo
el
merecido descanso
o
si protestan al mundo
por
exceso de trabajo…
Versos
de Pedro
González Gastellú
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar