Una
paciencia de redes
va
destramando la charla,
mientras
bulle en el brasero
el
corazón de la pava.
Por
los caminos del tiempo
-senderos
de sueño y agua-
cuenta
la abuela su historia
de
miserias y esperanzas.
En
el asombro del nieto,
otros
sueños se agazapan,
mientras
recorre la tarde
espineles
de nostalgias.
El
perro, mirada ausente,
echado
paciente aguarda
y
entre mates se destejen,
vidas,
muertes y añoranzas.
El
vino de la memoria
se
añeja en la damajuana
y
acuna el viento miserias
por
entre las pajas bravas.
En
los surcos de su rostro,
la
abuela cobija el alma
y
en el asombro del nieto
la
sangre clama venganzas.
¡Ser
pobre no es pintoresco
más
bien es una desgracia!
Versos
de Danilo
Doyharzabal
No hay comentarios:
Publicar un comentario