jueves, 30 de enero de 2020

LLUVIA

LLUVIA

Llueve… la tormenta anuncia
la intensa humedad del suelo
y en el contrato del cielo
el sol, firma su renuncia.
Una centella pronuncia
sonoridad luminosa…
Cierra sus alas, se posa
un ave detrás de un nido.
Y en el jardín florecido
llora un pétalo de rosa.

Quedaron las nubes rotas
de tanto rayo que pasa
y en el patio de la casa
andan saltando las gotas.
Los pinos como patriotas
en posición vertical,
afrontan un temporal
“armado” con chaparrones,
mientras quedan los huellones
tatuados en el barrial.

La tarde de la llanura
empieza a ponerse triste…
cambia el vestido y se viste
de pronto con ropa oscura.
Se cae la fruta madura
de un gajo semiquebrado
y en el suelo mutilado
su néctar frutal se pierde.
A veces mejor ser verde
que, por de más, madurado.

En el fondo hay un concierto
de ranas desafinadas,
postales resucitadas
dentro de un paisaje muerto.
El clima intenso e incierto
camina, para, trompieza…
Desdibuja su belleza
el planeta que habitamos.
¿Será porque descuidamos
la Madre Naturaleza?

Versos de Emanuel Gabotto

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