“Gloria a los vencidos en Chancay”
Desbarrancándose
al muere,
Vidalitay,
que
le importa de la vida,
al
coronel Pringles manda
en
Chancay la arremetida.
-Si
el Pacífico me cubre,
Vidalitay,
que
me importa de la vida
si
mis ojos no verán
la
libertad, Argentina.
-¡A
caballo! ¡A caballo!,
Vidalitay,
la
patria es linda y es larga,
que
me importa de la muerte.
¡A
la carga! ¡A la carga!
-Por
las piedras de Chanc ay,
Vidalitay,
por
mi suelo yo lo juro
que
hago pedazos mi sable
si
no gano en este apuro.
-Arremeten
pecho a pecho,
Vidalitay,
arremeten
sin aliento,
el
acéano se tiende
desmontándome
en el viento.
-Que
me traguen las arenas,
Vidalitay,
y
aunque me castigue el rayo,
¡no
me entrego, godos maulas,
ni
se entrega mi caballo!
-¡A
la carga! Ya no veo
Vidalitay,
ni
la sombra a mi costado.
Nos
han vencido en Chancay
sin
voltear a mi montado.
-Adiós
pueblo, adiós coraje,
Vidalitay,
en
Chancay dejo el pellejo,
¡no
me entrego godos maulas,
métanle
duro y parejo!
-Adiós
suelo, adiós América,
Vidalitay,
aires,
llanos y entreveros,
el
coronel Pringles yace
para
siempre prisionero.
(Adiós
coronel altivo,
Vidalitay,
ni
la espada te asegura,
solo
el coraje y la patria
rebrillan
en la negrura.)
Versos
de Nicolás
Cócaro
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