viernes, 4 de enero de 2019

MUJER RURAL


Para vos, mujer rural,
hoy te dedico estos versos
porque conozco el esfuerzo
y tu lucha sin igual.
Sos agua de un manantial
con pureza cristalina
puntal de nuestra Argentina
por tu temple y tu valor
sos sembradora de amor
sobre esta tierra divina.

El campo te vio nacer,
te vio mujer, madre, esposa,
y una abuela cariñosa
fuiste al envejecer.
Cumpliste con tu deber
porque sos mujer y hombre,
y sin que nadie se asombre
reparás un alambrado,
como plasmas un bordado
o el monograma de un nombre.

Ordeñas una lechera,
o montás un redomón,
acomodás un galpón
o curás una bichera.
Por ser buena lavandera
blanqueastes al sol tu ropa
y cuando tu gente en tropa
la cocina atropellaba
allí siempre vos estabas
con un guiso o una sopa.

Se te hace corto el día
para todos tus quehaceres
aunque sos de esas mujeres
que en todo pone alegría.
Y si en la dura porfía
sentistes algún dolor,
nadie de eso se enteró
porque te saben valiente
y a veces por ser tan fuerte
nadie de vos se ocupó.

Vos revisás un cuaderno
y a tiempo pegás un reto
sabiendo imponer respeto
en estos tiempos modernos.
Y con instinto materno
poniendo todo tu afán
tanto amasás el pan
como un abrigo en invierno
y con acento muy tierno
un consejo sabés dar.

Mujer rural, te respeto,
te quiero, te admiro tanto
porque tenés el encanto
de un actuar sencillo y recto.
Yo me identifico en esto
y lo digo con orgullo
por eso que este capullo
de versos pongo en tus manos
guardalo bien y cuidalo
¡porque es solamente tuyo!

Versos de Isabel Carrizo

OSIRIS


En el pañuelo del viento

se fue una lágrima triste
que derramó tibia y honda,
la angustia de los humildes.
Milongas de medio luto
sencillas, rudas y simples,
los taciturnos paisanos
de franca y de recia estirpe
se hunden en pozos de sombras
tras de las huellas de Osiris.

Andarás de forastero
como el viento en los aljibes
ya no tendrás un matungo
que te olfatee, o te relinche,
y en los paisajes de Algorta
donde el ocaso es tan triste
quedará tu rancho muerto
sin un candil que lo tizne
porque los troperos pasan
silbando tu nombre Osiris.

Sentí los grillos nocheros
con un himno de violines
acompañando a una sombra
que hacia el norte se dirige,
iba flotando en el aire
su oscuro potro alarife
junto a un perro cimarrón
de ojos hondos y temibles;
y la guitarra me dijo
"áhi pasa el alma de Osiris".

Canto por tu antigua pena,
la soledad que asumiste,
antes que algún mal agüero
tu voz profunda lastime.
Artesano del silencio
surcado de cicatrices,
crucificada garganta
de atormentados matices
a tu nombre sin olvido
le rezo esta copla Osiris.

Versos de Juan Carlos López

A FERMÍN VILLALBA


Cual páramo inhabitable
estaba yerta la pampa
y hecha un vellón de cenizas
inmutable la calandria.
Despeinando los mangrullos
silbaba el viento en sus pajas
y biselando crespones
sollozando asomó el alba
porque esa noche la muerte
lo copó a Fermín Villalba.

Chasque de copla y camino
que a resuello de palabras
ibas escoltau de asombro
al pago de la nostalgia.
Qué frescura había en tu canto
al alba de tu garganta
y qué gentil era el porte
de tu estampa provinciana,
que no respetó la muerte
trovador Fermín Villalba.

Pero tu imagen regresa
resereando en las mañanas
es adiós en las tranqueras
y silbo en las rastrilladas,
malambo de los fogones
que el viento danza en sus llamas
o surero bordoneo
de alguna milonga mansa
que no ha de truncar la muerte
trovador Fermín Villalba.

Hoy sin falsas ambrosías
salí a los campos del alma
a juntar flores silvestres
vírgenes de brisa y agua.
Con el filo de un suspiro
las fui cortando con lástima
y sobre la cruz del sur
las até con la mirada
para que nunca el olvido
te cope Fermín Villalba.

Versos de Juan Carlos López