lunes, 30 de abril de 2018

A LA DÉCIMA Y SU AUTOR

De Ronda partiste un día
quién sabe con qué licencia!
sin rumbo, sin experiencia
a horadar la lejanía;
la suerte, rara vigía,
hizo preso a tu destino
que se convirtió en un trino
de amor, dicha o sufrimientos
que alzaron los cuatro vientos
y sin fijarte un camino…

Tosca y bella flor de cardo
que al reventar su capullo
casi con velado orgullo
cada “pancito” fue un dardo;
académica en un bardo;
en un simple una osadía!
una chispa de alegría
para el pecho en cual brotaste!
¡En cada región sacaste
carta de ciudadanía!

Rima de fe y de quebrantos
con variadas emociones;
muy jovial en ocasiones,
¡sos para risas y llantos!
guarda el mundo de tus cantos
adormecer de amapola!...
sos viento, a veces, que asola
las aguas de un lago en calma
y aunque la guitarra es tu alma
sabes defenderte sola.

Te hiciste grito de aliento
en el guerrero bravío
cuando estuvo el desafío
de su patrio sentimiento;
para la Paz, el contento
te volvió tierna caricia;
solo espero a tu pericia
con su poder tremebundo!
para que impere en el mundo
la real y justa justicia.

Sin límites relatora,
con vivas y ténues lumbres,
de trabajos o costumbres
o el bien que un ser atesora;
de una acción conmovedora
o un proceder ejemplar;
y es un gusto el comprobar
por ser gentil compañera
que cada Pago te diera
su sabor particular.

No tuviste ambigüedades
y en la universal memoria
sos presente y sos historia
para todas las edades;
y en la suma de verdades,
sin presumir de altanera,
sos la celeste viajera
en tu andar de sur a norte…
e ignoraste el pasaporte
al cruzar cualquier frontera.

Niña mimada y querida
sin mermas y sin prejuicios
que entregaste tus oficios
como un cántaro de vida!
si a veces adormecida
invernas dentro del poeta
sabés pecar de indiscreta,
porque en cualquier situación
le tocás el corazón
pícaramente y coqueta.

Y en las pampas argentinas
al convertirte en gauchesca
juiste una incendiaria yesca
en güelos de golondrinas!
juguetona en las cocinas
pa’ un mentís o una verdá!
al vagar con libertá
dende el rincón más cercano
al más áspero y lejano
en tuita la inmensidá.

Y sueña dejar mi “canto”
con un sentir terruñero
mi homenaje más sincero
pa’ quien lo merece tanto!
nombrando a Ronda me planto!
no da pa’ más mi “pincel”,
pero si queda un laurel
de mi inspiración a flote:
por echar el primer brote,
¡Gracias, Vicente Espinel!
                      (04/07/1992)
Versos de Roberto Coppari (1924 / 2007)

sábado, 28 de abril de 2018

PROTESTA GAUCHA


Con la frente descubierta,
la melena negra y lacia,
traigo la gloria y la gracia
de un crioyo que se despierta,
vengo a golpearle la puerta
al congreso americano
que dende tiempo lejano
tiene una deuda sagrada,
y he venido con la espada
de la justicia en la mano.

Vengo a reclamar lo mío
que por güeno me han quitao,
quedando tan despilchado
que casi he muerto de frío.
Vengo con odio y con brío
hastiao del tiempo sufrido,
razonable y convencido
que aunque es pueblera la cancha
he de ganar la revancha,
si n o es tramposo el partido.

Yo les quiero preguntar
a esos grandes mandatarios,
que charlan como rosarios
cuando quieren conquistar.
Qué es lo que hacen con cambiar
de costumbre en la nación,
con esa preparación
que ante el progreso se abraza
ultimarán a mi raza,
matando la tradición.

Y a causa de esas razones,
del progreso americano,
les van sacando al paisano
los últimos patacones.
Los llenan de obligaciones,
siempre hay algo que pagar;
por guías; por señalar;
por campos, marcas y sellos;
y hasta pagarles a ellos
pa’ que apriendan a charlar.

Nos quitaron las haciendas
a medias con el pulpero,
después, la lana, los cueros,
caballos, matras y priendas
y en medio de sus enmiendas,
creyendo de mejorar,
no se fijan que al pasar
sobre la pampa querida,
llora una raza vencida
¡sin Patria, pilchas ni hogar!

Versos de Luis Acosta García

viernes, 27 de abril de 2018

ELIJA DE MI TROPIYA


En cualesquiera patriada
el gaucho nunca recula
ni se sienta como mula
de pura maula o cansada.
Le acepto la convidada
ya que me quiere correr
y pa’ que no vaya a creer,
que su desafío me humiya
elija de mi tropiya
ya que me quiere vencer.

Tengo pa’ usté un “doradiyo”
qu’es un flete sangre pura
y sale si usté lo apura
más cortador que cuchiyo.
Es de pinta tan senciyo
que hasta engaña en la parada,
pero entrando en la jugada
sin rebenque se maneja,
y hasta es capaz si lo deja
sobrarlo en una largada.

¡Tengo un “picazo calsao”
aguantador sin agüela!
qu’en cuantito le hinca espuela
dispara como endiablao.
Tengo un “zaino” y un “tostao”
que son pingos de primera
y elija que con cualquiera
pretiendo salir en punta,
porque amigazo la yunta,
no la encuentro donde quiera.

Hablando de mi “tordiyo”
no corra, yo se lo ruego
porque compadre, le juego
el doble contra senciyo.
Y también tengo un “rosiyo”
que al tren le sabe correr;
no hay quien lo pueda vencer
diez leguas a la redonda
y pa’ qu’el dicho responda
anímesele y v’a ver.

Le corro con el “oscuro”,
con el “overo”, el “tobiano”,
y si se le anima al “ruano”
ya sabrá lo que’s apuro.
Se mete al hondo seguro
si le corre al “pangaré”,
es el flete de mi fe
y de manta más mentada
qu’el que oriyó la cañada
con el gaucho Juan José.

Le juego con el “lobuno”,
pelo maula, según menta,
pa’ que amigo se dé cuenta
que no me asusta ninguno.
Y también tengo un “sebruno”
que con gusto le viá’a echar,
no me vaya a disparar
porque toavía tengo’tros;
y si no basta, los potros
yo le puedo preparar.

Y luego tengo aparcero
otro “tordiyo sabino”
que se hizo en el camino
con mi “gateao” parejero.
También tengo “un zaino overo”
y un “rabicano” amigazo,
que a más de servir pa’l lazo
cuando hay mucho no se arroya
y arma siempr’en cualquier troya
más buya que un trabucaso.

También puedo echarle un “bayo”
qu’es baquiano rastreador,
pero, como corredor
es más ligero que un rayo;
y no respeto cabayo
con mi “pampa” ¡pingo brioso!
y viá reventar de gozo
cuando lo vea rabiar,
a usté, porque v’agarrar
pa’ donde agarró Cardoso.

Si en el arao se hace’l güey
tengo un “alazán” de cancha.
¡Y no me le hagan pat’ancha,
porqu’es de mi tropa el rey!
Con un “yaguané” de ley
lo aguardo a su parejero,
y como flete ligero
tengo un lunanco, cuñao,
capaz de dejar cortao
al mesmo viento pampero.

Y por fin tengo un “picazo”
y un “tordillo de anca mora”
y un malacara que yora
cuando no corre, amigazo.
siendo suyo ese gustazo
de probar su parejero
no se me hac’el trance fiero
porque adivino vencerle,
¡si soy capaz de correrle
con el petizo aguatero!...
                             (anterior a 1935)
Versos de Luis Acosta García

lunes, 23 de abril de 2018

DOS CONCENCIAS

Cayó a los toldos ranqueles
juyendo desesperao…
porque estaba sentenciao
por la ley y sus papeles;
no era pa’ cargar laureles
los senderos de su vida!
Y no viendo otra salida
echó su ser a la suerte
y le hizo frente a la muerte
como en la última partida.

Y al tiempo dentró en la senda
que nadie puede eludir,
porque pa’ sobrevivir
allí era el fin, la contienda;
inútil que se pretenda
salir de la correntada,
que la más cruda guapiada
también tiene su palenque…
Pa’l chúcaro está el rebenque
le guste o no la patriada.

Ansí el fiero remolino
de ese mundo lo tragó
y de a poco se encontró
con otro raro destino…
Luego gastando el camino
de la existencia cochina
risultó que de una china
juertemente se prendó
y perdido se encontró
con su belleza divina.

No midió que la cautiva
era de un joven guerrero
valiente, callao, entero
y firme presencia altiva;
que una ternura intuitiva
e inconsciente los unía
hacía mucho, y desde el día
que llegara en un malón…
cuando el rudo corazón
gustó algo que no sabía.

Y al vislumbrar la intención
de aquel blanco con su prienda
sintió el tirón en la rienda
de su callada pasión;
pues no faltó la ocasión,
aunque ello lo rechazara,
de que el matrero copara
parada tan espinosa…
que ni soñó peligrosa,
o juera a salirle cara…

Ansí preparó el paisano
el juir de la toldería
porque tal vez presentía
algún peligro cercano;
mas le ganaron de mano
porque el ranquel prevenido
se cruzó como al descuido
pa’ decir con la presencia
que hacía falta su licencia
pa’ dar el caso cumplido.

Ni una palabra se oyó…
tan solo ‘el ser’ lastimao
bolas y lanza a un costao
muy fríamente dejó,
un facón desenvainó
que asujetaba su faja;
y jugada la baraja
muestra su pecho latiendo,
como, sin decir, diciendo:
“¡Aquí me ves sin ventaja!”.

Y se cruzaron los fierros
con furiosas embestidas,
disputándose las vidas
como dos rabiosos perros;
cantaban como cencerros
en el aire los aceros
pues sin mezquinar los cueros
se buscaban las achuras…
¿De comparar las bravuras?
¡Ni lo sueñen, aparceros!

Pero una sola salida
le quedaba al entrevero.
Y se desplomó el matrero
como una fiera vencida;
luego el ranquel, con su vida,
ya superao el revés,
murmuró poco después
con decisión soberana:
“-Aura mi hermosa cristiana
ser libre, si vos querés…!"
                                      (28/01/1983)
Versos de Roberto Coppari

jueves, 12 de abril de 2018

EL DÍA

Cuando  ya no cante yo
con mi ciega idolatría
a esta noble patria mía
que un día nacer me vió;
mi ser que siempre vibró
cuando enzalcé mi bandera,
o esta pasión verdadera
se trastueque en lo que siento
que me mande el firmamento
la mayor pena que quiera.
  
Cuando al indio ya no cante
con mi respeto argentino
y dude de este camino
que hasta aura sigo arrogante;
cuando me halle vacilante
pa' gritar ¡Viva mi suelo!
o no sienta desconsuelo
porque lo nuestro se entregue,
que en un segundo me llegue
el pior castigo del cielo.

Cuando a mi gaucho bravío
no cante con voz profunda
o se corte la coyunda
que amarra mi alma a lo mío;
cuando tema al desafío
de malas gentes extrañas,
y tiemble por sus hazañas
si nos quieren someter,
con un facón, Lucifer,
me desgarre las entrañas!
  
Cuando deje esta vigüela
de cantar pa’ mis paisanos,
pa’ la unión de mis hermanos,
locura que me desvela!;
cuando tuito lo que anhela
mi ser de patriota puro,
lo vea mal, inseguro
y eche a’flojar yo también,
¡me trague en un santiamén
el abismo más oscuro!
  
El día que no respete
mi tierra y sus tradiciones
y por bajas ambiciones
dentre manso a cualquier brete;
el día en que mal acepte
pa’ mi Nación, cualquier trampa,
¡que desintegre mi estampa
un crudo rayo al caer…
porque no he de merecer
estar pisando mi pampa!
                                    (3/11/1970)
Versos de Roberto Coppari

miércoles, 4 de abril de 2018

¡MI COMPINCHE!


 Con paternal afecto a Carlos Raúl Risso

Hoy me apié pa’ saludarte
vieja y vencida tranquera,
donde enfrentas altanera
al tiempo que busca hacharte;
como quisiera ampararte
con cariño, conmovido…!
Sin saber por qué he venido
arriao por algún misterio,
como quien va al cautiverio
satisfecho y convencido…

Ha de ser que el prepotente
celador de la memoria
se le ha antojao que la ‘noria’
me arrime aquí de repente;
y viva inconscientemente
en un sueño verdadero…
Pa’ que hoy me veas sincero
con acierto y con reveces…
¡Quién te abrió y pasó mil veces
en sus años de boyero!

Y me pregunto por qué?
Si entre lo tuyo y lo mío
son yuyos que lleva el río
que solo un rato uno ve;
claro que también pensé
cuasi con duda indiscreta
que mi zoncera de pueta
te ubica un lugar mejor…
(vos me juiste ‘borrador’
pa’ una pícara cuarteta).

Con un alambre encontrao
una tarde la escribí
que al otro día recogí
con duda y avergonzao;
por eso te habré guardao
con un dulzor escondido
que permanente he sentido,
que tu imagen me cautiva…
¡Por muchos años que viva
nunca te echaré al olvido!

Tranquera, vieja tranquera,
¡que simpleza del destino
te eternizó en el camino
con tu presencia campera!
Yo sé que aunque no quisiera
que vengás a chichonearme
ya no podré conformarme
con borrarte de mi mente…
Te haz de hacer siempre presente
con tristeza pa’ alegrarme… 
                                             (07/05/1982)
Versos de Roberto Coppari

                                                                                                    


martes, 3 de abril de 2018

LA QUEMAZÓN


El relincho anunció la llamarada
y la locura revoleó sus crines.
Indios de fuego, rojos danzarines
maloqueando la seca empalizada.

Pasa sobre el dolor la caballada,
sobre el grito, la angustia, los clarines.
La noche se alumbró hasta los confines
con la furia en los potros incendiada.

Cuando buscó la luna en las arenas
el mangrullo, el corral y los tres ranchos
solo halló el horizonte embravecido,

después el humo que se eleva apenas,
el salitral, el viento, los caranchos,
la ceniza impalpable del olvido.

Versos de Osvaldo Guglielmino

domingo, 1 de abril de 2018

CHINGOLITO CANTOR


Chingolito cantor de mis sauces,
que en auroras de plata tu diana
me sacude en el catre, arropao
y veo más bella, la gaucha mañana.

 Chingolito vestido a lo criollo
y sencillo cantor de mi suelo.
¡Quién pudiera tener tus dos alas
pa’ seguirte por montes, en güelo!
  
Chingolito que cantas de noche,
pa’ cerrar las faenas del día.
¡Quién pudiera tener tu garganta
pa’ cantar otra agreste poesía!

 Chingolito, clarín mañanero,
soldao de guardia, en la vieja carreta;
sos la gracia del suelo argentino,
cantor sin guitarra, con alma de pueta!
  
Versos de Ricardo Codesido