(Relato)
1
1
En
un “zaino malacara”
cierta
noche, como luz,
llegó
el gaucho Santa Cruz
al
rancho del Viejo Lara,
con
una actitú muy rara
de
su caballo se apeó,
dio
unos pasos, y tanteó
la
puerta en la oscuridad
y
después con ansiedad
con
el rebenque golpeó.
2
Una
voz algo incierta
del
interior de aquel rancho
contestó
al golpe del gaucho:
“-¿Quién
es que golpea la puerta?”
Y
el gaucho que estaba alerta
sin
hacer explicaciones
dijo:
“-Viejo, en dos tirones
abra,
que tengo una herida
y
a más viene la partida
pisándome
los talones.”
3
El
Viejo Lara enseguida
la
puerta del rancho abrió
y
el gauchito penetró
agarrándose
la herida;
luego
con voz dolorida
el
Viejo le preguntó:
“-¿Muchacho,
que te pasó?
¿Te
han herido? ¿Pero cómo?”
“-Si
Viejo, fue el mayordomo”
Santa
Cruz, le contestó.
4
“-Él
me desafió a pelear,
yo
acepté, nos convenimos
y
campo afuera salimos
para
podernos trenzar;
llegamos
a un buen lugar
y
enseguida desmontamos,
los
ponchos nos arreglamos
y
sin preámbulo ni yerro
mano
a mano, y fierro a fierro
como
criollos nos trenzamos.”
5
Iba
el gaucho a relatar
el
por qué de aquella lucha
cuando
con violencia mucha
se
oyó la puerta golpear.
Nadie
pudo articular
siquiera
una frase sola.
“-¡Abran
la puerta a Zapiola!,
rugió
un hombre mandatario.
Era
el señor comisario
con
tres hombres a la cola.
6
El
comisario seguido
de
sus tres hombres entró
y
ni bien al gaucho vio
dijo:
“-Por vos he venido.
Con
que ya sabes bandido
con
la justicia sé amable
y
conmigo razonable
que
la ley está por medio,
sinó
no habrá más remedio
que
aplicarte la del sable.
7
Vos
mataste al mayordomo
pues
no lo podés negar,
y
aura te vas a entregar
antes
que te planche el lomo.”
Y
el gauchito sin desplomo
por
aquel mal proceder,
dijo:
“-Si me han de prender
será
de buena manera,
de
lo contrario ande quiera
los
dos nos vamos a ver.”
8
“-Ah
gaucho cacareador,
con
que tenés la osadía
de
insultarme todavía
con
aire amenazador!
Vos
fuiste el matador
y
no dirás que es incierto,
y
yo vengo en cumplimiento
de
mi deber, a buscarte,
y
juro que he de llevarte
aunque
sea vivo o muerto.”
9
“-Yo
lo maté, no lo niego,
y
si le he dado la muerte
ha
sido de frente a frente,
con
tuita la ley del juego,
por
lo tanto no me entrego
así
me cueste la vida
y
aunque fatal es mi herida
soy
gaucho y valor recobro,
porque
me basto y me sobro
pa’
pelear a la partida.”
10
Y
el comisario ofendido
por
el tono del paisano
le
contestó sable en mano:
“-¿Te
vas a dar por vencido?”
Y
el pobre gauchito herido
sonriente
le contestó:
“-¿Qué
yo me entregue? Eso no!
No
es digno de un gaucho altivo.
¡Primero
muerto que vivo!”
y
el facón desenvainó.
11
El
comisario y su gente
los
sables desenvainaron
y
en pelea se trabaron
contra
el gauchito valiente.
Santa
Cruz, serenamente
peleaba
con sumo acierto
pero
ya falto de aliento
por
la sangre derramada
al
dar una puñalada
sin
ser tocao… cayó muerto.
12
Así
mueren los que son
en
nuestra pampa nacidos,
esos
gauchos aguerridos
de
la vieja tradición,
esos
que a nuestra nación
del
déspota libertaron,
esos
gauchos que pasearon
por
el mundo americano
¡la
bandera de Belgrano
que
nunca jamás hollaron!
Versos
de Juan
Manuel Pombo
Gracias por las publicaciones, mi abuelo se va acordando de muchas partes de rimas de cuando era chico y el unico lugar en internet donde estan todas es aca.
ResponderEliminarEl proximo año mi abuelo piensa sacar un libro de rimas, gracias por ayudar a incentivar su creatividad.
Somos de Elortondo, Santa Fe
Gracias por escribir, Rafael.
ResponderEliminarMe alegro mucho.
Saludos
Hermoso recitado de nuestros valientes gauchos.... Muchas gracias y un abrazo fuerte. Desde Santiago del Estero
ResponderEliminarEstimado lector, muchas gracias por el comentario
ResponderEliminarHermoso relato... Lo estuve buscando mucho tiempo... Lo escuché hace 40 años en Suncho Corral Santiago del Estero... En la vos emocionada de habrán Abuchacra... Felicitaciones por mantener vivas nuestras tradiciones.
ResponderEliminarSoy Carlos Cevilan.... Y de nuevo muchas felicitaciones....
ResponderEliminarMuchas gracias por visita el sitio, estimado Tocayo Cevilan
ResponderEliminarPor suerte lo encontré de chico lo aprendí de un libro de recitado que me regalo un tío hermano de mi viejo, toda gente de campo y me alentaba para que recite y aprendí este relato pero hoy ya grande me todavía me acuerdo la mitad, por eso ya que lo encontré lo voy a agregar a mi memoria, esto me trae cálidos recuerdos de mi infancia
ResponderEliminarMe lo enseñó mi viejo hace 70 años. Soy cantor y en este momento lo estoy recordando.
ResponderEliminarBueno Gato, me alegro por haberle traído esos recuerdos. Vayamos entonces agilizando la memoria. Saludos
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