martes, 16 de diciembre de 2014

FORTINERA

Cúreme las heridas fortinera,
con agua de luna nueva y sal y yerbas,
usted que fue mujer, soldado, madre,
horcón fuerte, cantón de la frontera.
Arrímeme el calor desde el fogón que siempre
tienen sus manos de caldén y aromo.
Usted que le dio hijos, tantos hijos,
cruza de puma y vientos, a la pampa,
y fue capaz de salir a campo abierto,
a pelear en una carga a lanza seca.
Usted, mi soldado de línea en la avanzada,
ombú en las soledades de los llanos,
acérquese al frescor en este enero,
con el rocío de la celeste flor del duraznillo
y el albardón del río.
Usted, mi compañera, lonjeada en el pampero,
reseca por el sol, ardida en las arenas,
buscadora de las vetas de lluvia,
o del agua perdida en la sequía.
Usted que lleva, en el vientre y en los ojos a la Patria,
 mi sargento de línea, mi cabo monteador,
clavel del aire, azucena del campo,
flor de chañar, tronco de piquillín y cimbra de tacuara.

Cúreme los cansancios y la sed,
agua de arroyo, hondura de espadaña,
juntadora de leña, charqueadora, vigía del mangrullo.
Yo la he visto estaqueando los cueros,
amasando el barro de los ranchos,
ordeñando en el tambo, horneando el pan,
trayendo el agua del jagüel.

Cúreme las heridas fortinera,
las que llevo en el cuerpo y en el alma,
las que no tienen regreso, olvido  o vuelta.
Criolla vieja, traiga algo de su entraña,
para acercarme a usted, temblando,
con la emoción del viento en las cañadas.
Acérqueme sus manos, quebracho y ñandubay,
miel silvestre, fruto maduro y ala.
Acérqueme sus ojos tan heroicos, tan limpios,
yo solamente puedo decir nombrándola:
¡Soldado de la Patria!


Versos de María Victoria Espinel

2 comentarios:

  1. Excelente poesía sobre Las Fortineras mis felicitaciones señora Espinel y a usted don Carlos Risso por su selección.
    Pedro Vatela

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