Desde
chico mi intención
fue
vivir entre camperos,
defendí
el unco y el cuero,
las
clinas fue mi afición;
revivo
en la tradición,
¡no
hay tranquera que me ataje!,
y
ansí rejunté coraje
en
mi Patria, en otros días,
y
yevo en las venas mías
raza
y sangre de salvaje.
Yo
soy un indio genuino
y
arremeto con pujanza.
Mi
guitarra es una lanza
por
eso ante ella me inclino,
estando
el puño argentino
férreo,
con mano de fiera,
que
ella cruja no esaspera
en
su dulce diapasón
y
vibre con emoción
una milonga campera.
El que me oiga de pasada
esto que digo cantando
de que no ando relinchando
como trompeta, en yeguada.
Soy de una sola pisada,
yevo el corazón latente
porque voy serenamente
junto a mi Patria, al confín,
y alerta como el clarín
tengo bien alta la frente.
No quisiera arremeter
si de atrás andan charlando,
es porque a veces soy blando
pero… cuando quiero ser…
Y si me toca caer
vencido en una patriada,
que mi guitarra templada
me sirva como mortaja
y ansí pongan en su caja:
¡murió el indio de avanzada!
Versos de Héctor Gómez Porcel
“El Pampa”
No hay comentarios:
Publicar un comentario