Guitarra
de mis desvelos,
buena
criolla, decidora.
La
que de chico se adora
cuando
la pulsa el abuelo,
la
que en el mal es consuelo
y
en el amor fino encanto.
No
me han podido quebrantos,
en
teniendo tu presencia,
ni
me acoquina la ausencia
cuando
me asiste tu canto.
Guitarra
que sos la aurora
en
que despierta mi afán.
Son
tus cuerdas las que dan
ese
aliento sabedoras
y
las que guían tutoras
el
rumbo de mi sendero,
en
tu cordaje me esmero
por
darte correspondencia
y se
alimenta en tu esencia
mi
corazón de trovero.
Guitarra
que en el recuerdo
venís
a traerme el amigo,
que
por tu bondad consigo
lo
que en ocasiones pierdo.
Te
siento en el lao izquierdo
cuando
te pulso tristón
viendo
siempre redomón
el
sentimiento del hombre
y
aunque mi verso te asombre
me
amansaste el corazón.
Guitarra
jagüel de sones
de
vidalitas bordada,
cristal
de primas trenzadas
entre
sombras de bordones,
que
cantaste mil pasiones
templada
en aires del suelo,
naides
alcanza tu vuelo
cuando
sangrás un estilo
por
eso es que en ese filo
me
gusta trenzarme en duelo.
Versos
de Ángel Hechenleitner
No hay comentarios:
Publicar un comentario