martes, 9 de enero de 2018

CORRALES VIEJOS

Cual si barrieran zondas y pamperos
con todo lo que fue, lo ya pasado
ya no les dice nada a los viajeros
este viejo corral abandonado.

Reparito cercado junto al cerro
albergaba tristezas andariegas
el melodioso canto de los Vega
y la viril protesta de los Fierro.

Lugar de pasajeras acampadas,
señalaba el descanso en el camino:
el churrasco, los mates, las versiadas
y algún trago cordial de rojo vino.

Junto al viejo corral semidestruido
-domicilio casual de los troperos-
vagan sombras de antiguos guitarreros
cuyo canto de amor ya se ha perdido.

Y aquel otro corral de la llanada
representa a mis ojos lo ya muerto:
la vidala, el estilo, la tonada
y la cifra del pampa en el desierto.

Lo que había en los de antes… de lirismo
de amor sencillo y santo por las cosas,
no llega al alma de las gentes mozas,
engreídas de atroz materialismo.

Ya no se oyé al sombriar las oraciones
de una tropa la larga clarinada
anunciando a las postas su llegada
porque agora tropiamos con camiones.

Este viejo corral es una historia
de miedos mujeriles y de hombrías,
de azaroso trajín en lejanías,
de los que nadie guarda ni memoria.

Referencia en mitad de las jornadas,
no quedan del corral ni los horcones.
Ya no se habla en su ruedo de malones
ni del miedo mortal a las indiadas.

Ya duermen para siempre aquellos perros
-abolida la fiebre del ladrido-,
y también el tiempo se ha dormido
la canción augural de los cencerros.

La canción del cencerro que anunciaba,
al resplandor fugaz de algún fogón,
un fervor de futura población
mientras él, despacito, se apagaba.

Cual si barrieran zondas y pamperos
con todo lo que fue, lo ya pasado
ya no les dice nada a los viajeros
este viejo corral abandonado.


Versos de Buenaventura Luna

No hay comentarios:

Publicar un comentario