1
Cállense
los entendidos
y
atienda el que es ignorante
porque
hay verdades bastante
en
estos cinco sentidos,
y
allá van como un latido
de
un corazón bien parejo
para
todos, mis consejos,
que
podrán ser provechosos
si
los escuchan los mozos
y
me comprienden los viejos.
2
El
hombre debe hecho
a
la buen o mala suerte
para
que la misma muerte
lo
encuentre bajo buen techo,
que
el camino que es derecho
nunca
se debe cortar,
si
es mucho mejor llegar
a
ser poste y no palenque
porque
para usar rebenque
hay
que saber castigar.
3
Aquel
que es despreciador
nunca
tendrá buen camino
porque
no se ata el destino
ni
con nudo potriador,
si
alguna vez el rigor
tal
vez que en blanco lo elija
entonces,
el que se aflija
y
se resienta un segundo
tendrá
que andar por el mundo
como
bola sin manija.
4
El
hombre que ande en la vida
y
que tenga que rodar,
no
debe desesperar
ni
llorar la sorprendida,
porque
en cambio no hay partida
que
algún otro lo reclame
y
si el diablo desparrame
los
“malos” por su sendero,
a
golpes se hace el acero
y
el buey solo bien se lame.
5
En
las güeyas del querer
hay
que ser muy precavido
porque
es un lazo tendido
por
manos de la mujer,
y
el caído ha de saber
que
no siempre se endereza,
hay
que agachar la cabeza
como
el pato cimarrón
que
al sauce aunque sea llorón,
no
lo matan las tristezas.
6
Hay
que mirar el mañana
y
olvidarse del ayer
que
ya no podrá volver
ninguna
dicha lejana,
si
canta mejor la rana
es
porque el charco es más hondo,
y
yo mi desgracia escondo
y
me duelen las ajenas
porque
soy para las penas
igual
que balde sin fondo.
7
Siempre
muy mala partida
juega
la confianza al hombre
y
es mejor, sin que esto asombre,
ser
desconfiado en la vida;
mirar
siempre la salida
y
no entrar por donde quiera,
porque
al que hace delantera
siempre
le encuentran razón
y
en la grande quemazón
arde
hasta la viscachera.
8
Debe
desconfiarse más
de
las ruinas, como el sapo,
y
aquel que sea bien guapo
no
debe pegar de atrás
y
el hombre siempre, además
es
mejor que corto estribe,
porque
el que confiado vive
está
expuesto a un sobresalto
y
aquel que sube más alto
más
fuerte el golpe recibe.
9
Un
vicio cuesta tomarlo
pero
todo es empezar
más
si se llega a arraigar
mucho
más cuesta dejarlo,
lo
mejor es mezquinarlo
y
hacer como el picaflor
que
para besar la flor
pega
cincuenta gambetas
y
el hombre que ande en carpetas
no
debe ser copador.
10
El
que quiera cosechar
debe
fijarse en lo ajeno
y
preparar el terreno
arando
antes de sembrar
abra
melgas pa’ empezar
según
el rumbo que toma,
el
tero pone en la loma
y
así siguiendo sus leyes
¡no
hay que hacer como los bueyes
arar,
para que otro coma!
Versos
de Julián
de Charras
(Versión
tomada del ejemplar Nº 24 de la 2ª quincena de 12/1922, de la Revista "El Alma Que Canta").
He
respetado el texto en un 98%, porque al detectar varios errores de métrica y otros,
supuestamente, de composición, he intentado -aunque sea un atrevimiento-,
corregirlos siguiendo el sentido común; descontando por cierto, que dichos
errores fueran de tan ilustrado poeta.
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