viernes, 4 de julio de 2014

LA PUESTERA

Hay en la inmensa espesura
de nuestra selva frondosa,
como una perla preciosa
en los abismos del mar,
una morocha que encanta,
y que ríe cuando llora
porque así aprendió a llorar.

Lleva en sus ojos la noche;
en sus mejillas la aurora;
es la virgen seductora
que enternece y da placer,
es el trino melodioso
del zorzal que la cautiva,
es paloma, y es mujer.

Ella nació en la ranchada
del puestero de la estancia
do pasó feliz la infancia
sin pensar y sin sentir,
hasta que un día, alargando
el ruedo de su vestido,
un paisano decidido
comenzó a hacerla sufrir.

Cuando en la tarde un jinete
a lo lejos se divisa,
en su rostro una sonrisa
deja traslucir de amor
y abandonando la aguja
que zurce la muselina
suspira triste la china
y se oprime el corazón.


Versos de Daniel Elías

Fuente revista "El Alma Que Canta" -sin fecha-

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