Es
él… el viejo centauro de las patrias tradiciones;
el
héroe de los combates en los cuentos de fogón,
es
el de Paz; el de Güemes; al que nuestros campeones
le
confiaron la custodia del nacional pabellón.
Trovador
de las llanuras derramaba en sus canciones
todas
las penas amargas de su noble corazón;
la
guitarra era el consuelo de sus íntimas pasiones
y
su amigo de aventuras el cincelado facón.
Las
pupilas de la criolla fueron su estrella de oriente
cuando
el triunfo en las batallas orló de lauros su frente,
y
en las penurias pasadas en la vida de fortín.
Por
eso cuando el pampero lo encontraba
en
los ranchos de la pampa, le dejaba en el oído
rumor
de estilos campero y llamadas de clarín.
Versos de Julián de Charras
(Publicado en “El Alma Argentina”, 1ra. quincena 08/1923)
(Publicado en “El Alma Argentina”, 1ra. quincena 08/1923)
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