Temprano,
de madrugada,
antes
de salir el sol,
con
sus toques de corneta
ya
se anuncia el postillón.
Va
a salir la diligencia;
la
diligencia se va.
Empuñó
el mazo de riendas
la
mano del mayoral.
Silbó
el látigo en el aire
con
viboreante zig-zag.
Ya
arrancó la diligencia
por
el camino real.
Hasta
la primera posta
debe
seis leguas hacer;
el
camino está pesado
habrá
que forzar el tren.
Veintidós
yeguas atadas
tiran
del coche a la vez.
Chúcaras
y redomonas,
corren
a todo correr.
Con
sus enérgicos gritos
las
azuza el postillón
que
a la cabeza, jinete,
va
haciendo de cuarteador.
Allá
va la diligencia
por
el camino real,
y
nubes de polvo espeso
levanta
por donde va.
Carga
lleva el equipaje
y
carga humana también;
almas
y cosas van juntas
corriendo
a todo correr.
Sentado
sobre el pescante
pilotea
el mayoral.
Como
buen jefe de ruta,
el
sabe el rumbo marcar.
Las
almas y el equipaje
que
conduce en la ocasión,
llegarán
a su destino
bajo
el amparo de Dios.
Esperanzas,
intereses,
amores
y odios tal vez,
de
todo lleva en el viaje,
corriendo
a todo correr.
Allá
va la diligencia
por
el camino real,
y
nubes de polvo espeso
levanta
por donde va.
Versos
de Justo
Olarans Chans
-uruguayo-
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