Cual será el rostro
de aquella
la moza de los
cuarteles.
La que a enfrentar
los infieles
llevó su trágica
estrella.
Quizás su imagen
fue bella,
hermosa, de fina
estampa.
Y al recalar en la
pampa
por políticos
mandados,
fue una más entre
soldados
fusiles, lanzas y
guampas.
A lo mejor fue
pueblera
y de humilde
caserón
fue robada en un
malón
y ansí llegó a la
frontera.
En la línea
fortinera
obre la ‘zanja de
Alsina’;
con pajonales y
espinas
sin un Dios que se
lo explique
fue hembra de algún
cacique
sobre esa pampa
argentina.
Un desertor que
pasó,
quizás un gaucho
matrero,
después de un duro
entrevero
de los toldos la
sacó.
Y ansina fue que
llegó
hasta un cuartel
fronterizo
donde elevó el
compromiso
de ser madre y
lavandera,
milico, novia,
enfermera
y alzó ranchos de
chorizo.
Un capítulo la historia
a ‘la moza’e los
cuarteles’,
se le debe y con
laureles
tendrán que adornar
su gloria.
No alcanza con la
memoria
para realzar a ese
ser
que cumplió con un
deber
dejando su cuerpo
yerto,
bajo el polvo del
desierto
su coraje de mujer.
(14/03/2013)
Versos de Juan Ángel Lupac
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