jueves, 10 de mayo de 2018

EL MONTONERO


En el montón, el monte y la montura
anduve en libertad y prisionero.
No tuve lo que quise y lo que quiero
lo perdí en boleadora o mordedura.

Mi suerte fue la guerra y la aventura,
y mi desgracia no morir primero.
Es muy poco ser solo montonero,
un soldado de tantos, una oscura

cicatriz en el pecho, una ignorancia,
únicamente una pasión, un ansia
de seguir la bandera y el caudillo.

Nadie sabe mi nombre ni mi apodo.
Y qué puede importar, después de todo,
si tengo aún mi sangre y mi cuchillo.

Versos de Gustavo García Saraví

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