1
Desde la encrespada
cumbre
bajan los gauchos
arrieros,
por los torcidos
senderos
a las villas del
redor,
traen sobre las
mulitas
las árganas hasta el
tope,
de quesos, mieles y
arrope
de las viñas del
señor.
2
Mulita, mulita gaucha
que por todos los
caminos,
se oyen los silbos
genuinos
del trajinero rural,
de taya humilde y chiquita
cabe en un puño su
estampa,
pero al través de la
pampa
es un valor nacional.
3
Sirve para cualquier
tiro
resiste una marcha
larga,
tanto soporta una carga
como tira de un arao;
aguanta más que un
caballo
la falta de agua y de
pasto,
la mula con poco gasto
tiene adquirido el
bocao.
4
Ella nunca apoya el
vaso
sin saber a dónde
pisa,
la mula siempre es precisa
y de instinto previsor;
en cuanto advierte un
peligro
sobre el paso se
rebela,
no le obedece a la
espuela
ni al chirlo del
arreador.
5
Puesto que tantea el
camino
antes de dir adelante,
es raro que este
viandante
erre el camino una
vez,
porque como es
precavida
en el cruce de un
pantano,
en donde apoya una
mano
pone la pata después.
6
Por el borde de un
estero
y la ladera de un
cerro,
ella no comete un
yerro
de descuidarse al
pisar
en donde siente una
duda
se agacha, calcula,
mira,
pone una mano, se
estira
hasta conseguir pasar.
7
Con la cabecita gacha
parece que va
pensando,
de noche sigue
atizbando
los peligros del
redor,
por las encrespadas
cumbres
bordiando el monte
tupido,
avanza con el oído
atento a todo rumor.
8
Como es de un olfato
fino
huele al tigre a la
distancia
y frente a tal circunstancia
no hay quien la
obligue a seguir
el arriero que a su
mula
le entiende el mudo
lenguaje,
busca el ruido en el
paraje
que hace las ramas
crujir.
9
La mula en todo
momento
procede con sangre
fría,
parece ser que la guía
un dejo de reflexión,
al mirarla cautelosa
seguir la escabrosa
huella,
me digo, mucho obra en
ella
la ley de
conservación.
10
Marcada está la pezuña
en todas las
carreteras,
por sobre las
cordilleras
y en la quebrada
cerril,
cargaron sobre su lomo
las armas de la
victoria
con las que escribió
la historia
el héroe de Guayaquil.
Versos de Martín Castro
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