En un tiempo ya pasado
que se pierde en la distancia
en el puesto o en la estancia
solía verse al agregado.
Si el patrón o el encargado
su permiso concedía,
él allí su real tendía
dando vuelta en la ranchada,
dedicado a no hacer nada
así pasaba sus días.
que se pierde en la distancia
en el puesto o en la estancia
solía verse al agregado.
Si el patrón o el encargado
su permiso concedía,
él allí su real tendía
dando vuelta en la ranchada,
dedicado a no hacer nada
así pasaba sus días.
En
un potrero del bajo
él
sus caballos largaba,
y alguna oveja carneaba
por
hacer algún trabajo.
Y
pa’ no andar a destajo
meta
mate en la cocina
si
tenía lonja fina
trenzaba
que era un primor
alguna
linda labor,
completando
su fajina.
Si una changa se le daba
debía ser de su agrado,
si era trabajo pesado
¡de seguro se enfermaba!
Cuando plata le faltaba
rumbeaba pa’l cañadón
a cazar algún nutrión
o tal vez un ave fina...
que cambiaba allá en la esquina
por yerba, naco o porrón.
Versos de Javier Origlia (Ensenada)
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