¡Mi
colorao pico blanco!
quién
me diera hoy a tener,
los
encuentros a lo toro
y
su talle de mujer.
El
cuadril como de cera
del
lao de montar tenía,
yo
siempre fui medio lerdo
¿quién
sabe por qué sería?
Más
de una vieja con hijas
al
verlo ronciarle el rancho,
santiguándose
decía
que
era cruzao con carancho.
Por
la bizarra insolencias
conque
sus clines flameaban,
las
viejas lo maldecían,
las
mozas los amalhayaban.
Nunca
sabía faltarle
en
sus andanzas puebleras
un
piropo en la coscoja
pa’
la gente de polleras.
Como
no tuve tropilla
él
nunca tuvo madrina.
Le
iba igual cualesquier yegua
como
a mi cualesquier china.
Después
que el primer ponchazo
volaba
al candil la luz,
más
de una moza del pago
despertó
sobre su cruz.
Mi
colorao pico blanco
sabrá
el cielo cuanta cuita,
alumbró
la pontezuela
como
una luna chiquita.
Versos
de Lauro
Viana
Versión
publicada por Gaspar Astarita en “Abel Fleury”, dice: “Estos versos fueron dedicados a la sra. María Teresa Ortíz de
Carlomango, en Mar del Plata, en el año 1957, poco antes de morir Abel Fleury. Estaban
destinados a la milonga de éste título, pero nunca se incorporaron a la
composición musical”.
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