De Lavalle a
Dolores la galera
guapeando surcaba
los senderos,
ida y vuelta sus
fletes cadeneros
apuraban la marcha
tesonera.
De fieras travesías
fue pionera
transportando
encomiendas; pasajeros,
que
muchas veces eran prisioneros
llevados
a cumplir pena severa.
El
asfalto cubrió la trayectoria
de
las huellas marcadas con coraje
y
el progreso borró la bella historia
grabada
en lo profundo del paisaje.
Con
el último viaje se fue un día
quedando
en la memoria su osadía.
PD
Refiere
la leyenda que trotando
Ánima
Negra atrás de la galera,
solía
andar, tal vez como esperando
que
la posta final lo detuviera.
Norma Ester Montenegro - Ciudad Evita. Bs. As.
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